Calentamiento inductivo versus llama directa: cómo la inducción sustituye la llama
Para el templado de bordes de corte se dispone de diversos procedimientos: el templado a la llama, con láser o inductivo. Todos estos procedimientos pueden emplearse de forma flexible. Con ellos es posible mecanizar manual o automáticamente componentes grandes y voluminosos con geometrías complejas.
La solución móvil de templado inductivo MICO de eldec sustituye el templado con llama de gas
Debido a las elevadas cargas mecánicas que actúan sobre las herramientas de conformación y de corte, especialmente sobre sus bordes, estas deben someterse a un proceso de templado. Hasta ahora, la mayor parte de las empresas utilizaba el templado a la llama, dado que apenas existían alternativas factibles. Se denomina templado a la llama al calentamiento de la superficie del acero por la radiación de calor producido en la combustión de gas y oxígeno. El proceso de templado puede ir seguido de un enfriamiento rápido por exposición al aire o mediante el empleo de los correspondientes fluidos refrigerantes. El templado a la llama forma parte de las tecnologías para el templado de capas exteriores. Junto al templado a la llama, se han consolidado también los templados por inducción y por láser. Si se habla de soluciones móviles, debe descartarse el templado por láser, pues en este caso se requieren las instalaciones y los controles correspondientes.
eldec ofrece una alternativa real al templado a la llama tradicional con la tecnología del calentamiento inductivo o, para ser más precisos, con los generadores móviles de la serie MICO.
Las ventajas frente al templado a la llama son obvias. A diferencia del templado a la llama, en el que el calor penetra del exterior al interior, en el calentamiento inductivo el calor se aplica directamente al volumen cercano a la superficie.
El perfecto control de la energía y de la aplicación del calor permite tiempos breves de calentamiento, lo que redunda en un control óptimo del templado con un consumo reducido de energía.
El hollín desprendido en el templado a la llama, así como otras posibles emisiones nocivas para la salud (p. ej. gases tóxicos), desaparecen por completo en el calentamiento inductivo. De este modo, el calentamiento o templado por inducción ofrece una estabilidad de proceso mayor que el templado a la llama y puede contribuir notablemente al incremento de la productividad en el templado de capas exteriores.