
Calentamiento durante los procesos de soldadura
Todos los procedimientos de soldadura tienen algo en común: el peligro de que se desarrollen microfisuras. Gracias al precalentamiento y poscalentamiento inductivos, los componentes pueden llevarse a una temperatura de entrada especificada. Se evitan los picos de tensión en el material y, por tanto, la formación de grietas, especialmente durante el enfriamiento, y a menudo se reducen los tiempos de proceso. Todo ello se realiza con gran precisión, de modo que pueden descartarse efectos negativos en la estructura del material. El calentamiento por llama, en particular, no puede garantizar esta precisión reproducible.